Queremos ser capaces de no comprar algo si no es realmente necesario. Y aprender a ver al dinero no como una meta sino como un medio, que debe ser usado con cuidado para el bien de todos. No creemos que el éxito económico sea un gran proyecto de vida. Además, ¿por qué no elegir y valorar todo lo que puede disfrutarse gratis? Y también, ¿no estaría bueno destinar parte de nuestros ingresos a proyectos que beneficien a los más pobres? Para aprovechar mejor los recursos y evitar el consumo innecesario, nos gusta la idea de unirnos para comprar provisiones y practicar el uso común de algunas cosas. ¡En la era del individualismo, compartir una manzana es revolucionario...!
viernes, 17 de septiembre de 2010
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